Con el ritmo de vida y las alteraciones externas producidas por falta de tiempo, exigencias en el trabajo, responsabilidades, etc… No somos conscientes de lo rápido que gira el mundo y las secuelas que pueden dejar en nuestra salud. Algunas de estas consecuencias se manifiestan en la cavidad oral, unas de ellas leves pero con carácter cronificante que a veces no somos capaces de enfrentar, desde un simple pico de estrés puntual hasta su evolución capaz de acarrear problemas severos en el organismo. En este articulo vamos a nombrar algunos de los más frecuentes y alarmantes que tratados a tiempo no tendrían mayor repercusión.
- Sangrado de encías: Conocido técnicamente como gingivitis es una de las alteraciones más comunes, con el ritmo de vida que llevamos y la falta de tiempo olvidamos la necesidad irrevocable del cepillado diario, por lo que las encías sufren gran inflamación, enrojecimiento y por tanto sangrado leve o abundante de las mismas. Esta patología en ocasiones puede llegar a ocasionar una gran perdida de hueso al no ser tratada, periodontitis, ya que uno de los factores que afectan en mayor medida a dicha enfermedad son los cambios hormonales. Hormonas como el Cortisol, que se genera principalmente por un alto nivel de estrés.
- Apretamiento / Rechine dental: Es uno de los principales signos de estrés en la cavidad oral, mediante una exploración clínica o normalmente familiares detectan este tipo de patologías, ya que se hace de forma consciente, en momentos de nerviosismo, o de forma inconsciente mientras dormimos. El inicio del bruxismo es un desgaste leve de las piezas dentales, pero no solo es eso, se puede llegar a reducir más de 1/3 del diente e incluso la exposición del nervio dentario y sus nefastas consecuencias. La mayoría de la población hoy en día no está exenta de padecerla, tenemos mucho estrés y dicha tensión es la que reciben nuestras articulaciones temporomandibulares (ATM) y nuestros músculos circundantes de la cavidad oral. Pudiendo cronificar y degradar en : chasquidos mandibulares, dificultad durante la apertura bucal, dolor en cervicales, e incluso dolores en zona auricular… de tratamiento más complejo.
- Llagas: Son heridas blanquecinas producidas en las mucosas y encía por una bajada de defensas, a causa del estrés se produce una disminución del sistema inmunológico y por tanto la aparición de dichas aftas orales.
Cada vez somos mas conscientes de los problemas a los que estamos expuestos por una vida llena de nerviosismo y estrés, dedícate más tiempo y acude a los especialistas si sientes que puedes estar sufriendo alguno de estos signos evidentes de patología.
“Nosotros, te daremos la solución”
Autor: Dr. Jose Luis Lobato – Odontología General – Col. nº 46004338